La frase del título significa que no hay nada nuevo bajo el sol y procede originalmente del libro del Eclesiastés. La frase se popularizó con la traducción de la Biblia Hebrea al latín que realizó Jerónimo de Estridón a finales del siglo IV (conocida como la Vulgata editio o edición divulgada)
Imagen Vulgata. Dominio público
En un artículo de este blog en el que se analizaban las diferentes versiones gráficas del hombre de Vitruvio de distintos autores me aleje expresamente de utilizar la sugerente palabra plagio, tan atractiva e impactante en un artículo de opinión o divulgación. Creo sinceramente que más allá de la superior belleza del dibujo de Leonardo, simplemente nos encontramos con aportaciones individuales a una idea ampliamente conocida en la época. En el caso de Giacomo Andrea incluso podemos hablar de colaboración, ya que el propio Leonardo cita expresamente el trabajo de su amigo.
Así pues nos encontramos que a veces la diferencia entre el trabajo creativo y el plagio descarado es una fina línea que consiste en citar las fuentes. Naturalmente, cualquier investigador serio sabe esto, aunque desgraciadamente muchos divulgadores, sobre todo en Internet, desconocen por completo esta práctica y así podemos encontrar el mismo texto repetido exactamente hasta la saciedad en numerosas páginas web.
Incluso las innovaciones más brillantes de la historia de la Humanidad han tenido siempre un precedente, cuando no han sido fruto de la casualidad, así es que en la mayoría de las ocasiones los descubrimientos científicos, filosóficos o artísticos han consistido en dar pequeños pasos sobre una idea que ya existía. Pero claro, excepto en matemáticas, a veces dos más dos no suma cuatro sino mucho más, es lo que tiene la sinergia o “acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales” tal y como la define la RAE.
Se ha venido atribuyendo a Newton la expresión estar sentado a hombros de gigantes. Isaac Newton escribió literalmente en una carta dirigida a Robert Hooke “Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes” refiriéndose a que parte de sus logros los debía a las investigaciones previas de Copérnico, Galileo y Kepler. Como vemos, este concepto nos enlaza con la idea que subyace en Nihil novum sub sole
Isaac Newton. Imagen de dominio público
Lo cierto es que se trata de una cita medieval ampliamente conocida en el Renacimiento, que tanto valor daba al conocimiento de los antiguos y muchos escritores, entre ellos algunos españoles como Luis Vives o Diego de Estella la utilizaron en sus obras.
La paradoja es que la propia carta de Newton a Hooke es un buen ejemplo de la utilización de recursos que ya estaban previamente inventados. Eso sí, el prestigio de Newton hace muy atractiva la idea de que la frase la hubiese inventado él y el mundo anglosajón se ha encargado de ello.
La conclusión a la que podríamos llegar, es que lejos de ser un demerito, es importante que la divulgación de conocimientos en Internet venga sostenida por la cita de la fuentes utilizadas.
Como no quiero crear una paradoja similar a la de la carta de Newton, por supuesto citaré las fuentes que he utilizado para escribir este artículo. Otra cosa es que el lector encuentre nuevas paradojas al leer el texto de las fuentes reseñadas.
Webgrafía
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