Recuerdo que la primera vez que leí la historia de Tomiris pensé en lo relativamente poco conocida que resultaba en la cultura occidental de raíz grecolatina. Por supuesto no es una desconocida gracias a Heródoto, como lo atestiguan las obras literarias y pictóricas (Rubens, Mattia Preti) que la retratan e incluso la famosa opera homónima, aunque no trate estrictamente el enfrentamiento con Ciro. Ni que decir tiene que en Kazajistan es heroína nacional. Supongo que en lo relativo a su Historia, los pueblos tienden a pensar que son el ombligo del mundo y a menudo se minimizan logros o hazañas de otras culturas. Con un par de poemas y una escasa evidencia histórica los británicos han venido haciendo caja y elevado al concepto de mito al rey Arturo y sus personajes adláteres, dicho sea con el debido respeto a la cultura anglosajona, que sabe sacar partido a sus héroes y hazañas.
Tomiris, reina de los Masagetas.
Casi todo lo que sabemos de los masagetas proviene de fuentes griegas y persas. El nombre massagetae vendría a significar “grandes escitas” y sería una de las escisiones de este pueblo debido a los movimientos migratorios. Los persas del imperio aqueménida llamaban Sakas a estas tribus y conforme a inscripciones en Naqs-i-Rustam distinguían tres grupos. En concreto los sakas que vivían entre el mar Caspio y el río Jaxartes (Syr Daria) eran denominados Saka Tigraxauda (Sakas que visten sombrero en punta) que aparecen retratados en una escultura de Behistun y son descritos por Heródoto (Libro7,64) como «vestidos con pantalones» y llevando «sobre sus cabezas altos sombreros rígidos que acaban en punta”. La denominación masagetas vendría de mas-sak-ta que significa la gran horda de Sakas.
Tomiris o Tahmirih (valiente en persa) vivió en el siglo VI a.C., pertenecía al grupo de los Saka Tigraxauda que vivían en las estepas cercanas al noreste del Mar Caspio y el Mar de Aral, en los actuales Kazajistán y Uzbekistán y era descendiente del líder escita Ishpakay. Ya desde niña despuntó como una valiente guerrera, algo habitual en este pueblo, en el que muchas mujeres combatían junto a los hombres, normalmente a caballo y con el arco compuesto como arma favorita.
Si nos atenemos a los relatos griegos sobre las amazonas, éstas, una vez derrotadas por los griegos, se habrían terminado incorporando al pueblo escita, transmitiendo las costumbres guerreras de las mujeres a sus descendientes, especialmente su destreza con el arco, la lanza y el hacha a caballo. La dispersión del pueblo escita por las inmensas estepas de Asia Central condujo a la creación de diferentes subculturas como la de los Sakas o Masagetas, que tal y como nos confirma Heródoto, mantuvieron costumbres y formas de vida similares.
Siguiendo con la historia de Tomiris, su padre, el rey, la desposó con Rustam el líder de un clan afín. A la muerte de su esposo, se convertiría en reina del conjunto de tribus más poderoso de las estepas.
El enfrentamiento con Ciro II el Grande
Heródoto (484-425 a.C), en su libro I, 205-216 de los Nueve libros de la Historia, es el primero y también la principal fuente de información sobre los masagetas y el enfrentamiento entre Tomiris y el rey Persa Ciro II (Kurus), si bien autores muy posteriores como Estrabón, Flavio Arriano y Jordanes mencionan también estos hechos. El propio Heródoto reconoce la existencia de diferentes versiones de la historia de la muerte de Ciro: “De los muchos relatos diferentes que se dan sobre la muerte de Ciro, el que he seguido me parece el más digno de crédito”. Ctesias de Cnido en el Libro 11 de Pérsica sostiene que “murió varios días después de haber sido herido en combate”.
Ciro es un personaje histórico muy conocido y alabado en las culturas judeo-cristianas por su frecuente aparición en los textos sagrados de ambas religiones como el elegido de Dios para liberar al pueblo Judío del cautiverio de los Babilonios y el inicio de la construcción del templo de Jerusalén. Además de la Biblia, Flavio Josefo cuenta que Ciro liberó a los judíos del cautiverio y ayudó a reconstruir el templo.
Ciro II el Grande (600-530 a.C.) fue el fundador del Imperio aqueménida. Extendió sus dominios sobre Media, Lidia, Babilonia Siria y Judea, desde el mar Mediterráneo hasta el Hindu Kush, creando el mayor imperio conocido, hasta que doscientos años después fue conquistado por Alejandro Magno en el 332 a C.
El rey persa tenía puestas sus miras en el próspero Egipto, pero antes de eso decidió actuar con inteligencia intentando anexionarse los territorios al noroeste de sus dominios ocupados por los masagetas, no por las riquezas de las estepas, sino por el valor de los guerreros indómitos que las ocupaban, al objeto de incorporarlos a su propio ejército. A tal fin propuso matrimonio a la reina de los masagetas a sabiendas que una mujer nunca podría ocupar el trono de Persia.
Tomiris, ya fuese por ignorancia de la dimensión del Imperio Persa, por orgullo o porque adivinó perfectamente las intenciones de Ciro, rechazó la propuesta, instándole a que se quedase en su territorio. Naturalmente, esto enfureció a Ciro y decidió invadir el territorio de los masagetas o sakas como los denominaban los persas, cruzando el río Jaxartes (Sir Daria).
Los persas, una vez cruzado el río, urdieron una estratagema y fingiendo perder la batalla abandonaron el campamento repleto de comida, pero sobre todo de vino, una bebida a la que los jinetes de la estepa no estaban acostumbrados, por lo que terminaron emborrachándose con el botín obtenido. En ese estado fueron presa fácil de los persas, que capturaron al hijo de Tomiris, Espargapises, que lideraba el ejército masageta.
Heródoto nos cuenta la reacción de Tomiris ante la captura de su hijo:
212 Entonces Tomiris, informada de lo sucedido con su ejército y con su hijo, envió un heraldo a Ciro con el siguiente mensaje: «Sanguinario Ciro, no te ufanes por lo que ha sucedido; no te ufanes si, con el fruto de la vid (que también os aturde a vosotros cuando os atiborráis de él hasta el extremo de que, al bajaros el vino al cuerpo, os hace soltar inconveniencias), si, con semejante brebaje, has vencido a mi hijo en una celada, y no midiendo las fuerzas en el campo de batalla. Acepta ahora, por tanto, el consejo que mi benevolencia te dicta. Devuélveme a mi hijo y vete impunemente de este país, a pesar del ultraje que has infligido a un tercio del ejército de los masagetas. Pero si no lo haces, te juro por el sol, señor de los masagetas, que, por sanguinario que seas, yo te saciaré de sangre»
El mensaje no hizo desistir a Ciro de su intención de atacar a los masagetas, aunque finalmente liberó a Espargapises, quien al verse libre y totalmente avergonzado por su actuación, se suicidó. Cuando la reina se enteró de la muerte de su hijo decidió presentar batalla, reuniendo a todo los guerreros de los clanes afines con el fin de dar muerte a Ciro, cumpliendo su promesa.
Ciro estaba informado de la estratagema que solían utilizar los masagetas, expertos en el tiro con arco a caballo. Una columna de caballería fingía atacar el grueso del ejército enemigo y cuando estaban muy cerca disparaban sus arcos causando numerosos muertos y heridos. En ese momento, daban la vuelta como si huyesen, provocando la persecución de una parte de sus adversarios, que abandonaban su posición inicial en busca de venganza. Los jinetes masagetas mantenían una corta distancia con sus perseguidores mientras les disparaban con su arcos dirigiendo sus caballos con las piernas y el cuerpo girado hacia atrás, en una posición que sus adversarios terminarían copiando y siglos más tarde se denominaría “el tiro parto” (ver imagen de portada en el presente artículo)
Sin embargo, Tomiris fue más inteligente y no adoptó esta estratagema que Ciro esperaba. Por el contrario, reforzó a sus guerreros más valientes con jinetes catafractos en sus laterales, golpeando el centro de la línea enemiga buscando superarla hasta llegar a la posición del rey persa, venciendo en combate a los temibles “inmortales”. Ciro no huyó y encontró la muerte en la batalla el 4 de diciembre del año 530 a.C a orillas del río Jaxartes.
Ilustración medieval de la reina Tomiris y Ciro decapitado
Heródoto nos cuenta el desenlace de la batalla y como Tomiris cumplió su promesa:
Entonces Tomiris mandó llenar un odre de sangre humana y buscar el cadáver de Ciro entre los persas muertos; y cuando lo encontró, introdujo su cabeza en el odre; y, al tiempo que ultrajaba el cadáver, le apostrofaba así: «Aunque estoy viva y te he vencido en combate, tú has causado mi ruina al capturar a mi hijo mediante una celada; pero yo, tal y como te prometí, voy a saciarte de sangre».
Tomiris en el cine
Fotograma de la película Tomiris. Productora: Kazakhfilm Studios, Sataifilm
En el año 2019 se estrenó la película Kazaja Tomiris, dirigida por Akan Satayev y protagonizada por Almira Tursyn en el papel de la reina masageta. Aunque no es una gran superproducción es reseñable la buena ambientación de época y el vestuario histórico muy bien cuidado. El guion se aparta algo de la historia tal y como la conocemos en las fuentes clásicas, aunque el relato de la batalla final está muy bien conseguido. En líneas generales es una película muy recomendable para los amantes del cine histórico, con el rigor, que a veces falta, en las películas de Hollywood.
Bibliografia y webgrafía
Heródoto de Halicarnaso. Historia – Libros I-II. Biblioteca Clásica Gredos
https://elretohistorico.com/tomiris-reina-guerrera/
https://es.wikipedia.org/wiki/Ciro_II_el_Grande
https://es.wikipedia.org/wiki/Tomiris
Enlaces de las imágenes
Imagen de portada : Ilustración de Evgeny Kray. Mujer guerrera de la cultura Pazyryk. Altai, siglo IV a.C. https://www.pinterest.es/pin/302374562486636170/
Un historia muy interesante y poco conocida. Gracias, Alberto.
Gracias por el comentario. Siempre ayuda a seguir escribiendo
Es una lo producción que, aún cuando no mantenga el rigor histórico, permite una visión tan certera de la historia en cuanto a lo que se conoce por occidente de esa parte del Asia y sus héroes reales. Gracias por traerla.
Me ha gustado mucho el articulo. Mucho mejor que los citados en las referencias web del mismo.
Asombrosa historia demasiado muy poco contada.
Gracias por su trabajo.
Gracias por su amable comentario
Interesante història,he leido la vida de Alejandro el magno
Me sabe mal no concer historias similars ,ojala lograra conocer muchas mas.gracias
Gracias por tu comentario
excelente..cuando alguien que se cree superior a ti, trata de humillarte y hacer de lo que se le venga en ganas, entonces no hay mas remedio que actuar en defensa propia..
Excelente historia..la desconocía.. pero muy muy interesante .. vi la película 🎥 tomirus
Gracias por tu comentario